SOFOMES, una herramienta para la inclusión financiera
El desarrollo de México pasa por la bancarización de sus ciudadanos y por un acceso al crédito más amplio que vuelva el piso más parejo y permita a individuos y sobre todo a las pequeñas empresas seguir creciendo o - como en este momento - tener la liquidez para enfrentar periodos de crisis. La desigualdad (norte/sur, jóvenes/adultos mayores, hombre/mujeres, urbano/rural) es patente en el acceso que tienen los diferentes grupos a productos bancarios confiables, seguros y de calidad.
Las SOFOMES se perfilan como parte de la solución para ir acortando la brecha de la desigualdad y permitir la inclusión financiera de cada vez más personas brindándoles así la posibilidad de un crecimiento económico y el fortalecimiento del país en esta materia.
Situación de México en materia de inclusión financiera
La inclusión financiera significa, para personas físicas y empresas, tener acceso a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades —transacciones, pagos, ahorros, crédito y seguro— prestados de manera responsable y sostenible. La inclusión financiera, se define como el “acceso y uso de servicios financieros formales bajo una regulación apropiada que garantice esquemas de protección al consumidor y promueva la educación financiera”. En México, este acceso - seguro, regulador y formal - todavía es un sueño para una buena parte de la población.
¿Qué significa tener acceso a servicios financieros? Quiere decir una vida diaria más sencilla y un apoyo a familias y empresas para planear su crecimiento a largo plazo y sortear posibles emergencias. Las personas que acceden a tener una cuenta de banco (por lo general es la puerta de entrada al sistema) suelen usar otros servicios como créditos y seguros para iniciar y ampliar negocios, invertir en educación o salud, todo lo cual puede mejorar su calidad general de vida.
Al término de 2018, el Banco Mundial publicó un diagnóstico sobre el crecimiento y la inclusión en México, dentro de los puntos que impiden un crecimiento económico más acelerado e inclusivo en el país es el acceso a crédito, esto es cierto para las personas, pero especialmente para las empresas mexicanas. Pese a que las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) generan el 71 por ciento del empleo y más del 50 por ciento del ingreso de negocios, solo el 11 por ciento de ellas tiene acceso a crédito del sistema financiero formal.
También en el 2018 se llevó a cabo por parte del Gobierno Federal y de la Estrategia Nacional de Educación Financiera el Tercer levantamiento de la ENIF; por primera ocasión con datos a nivel regional nos marca que 54% de la población tiene al menos un producto financiero.
Lo que nos muestra el estudio es que de las personas que cuentan con producto financiero, la mayoría cuenta con una cuenta bancaria o un mecanismo para el ahorro para el retiro, siendo todavía bajos los porcentajes de participación en el sector en materia de acceso al crédito y a seguros. De esta población con acceso a servicios financieros, a 2018, solo 22% reportaba hacer uso de banca electrónica desde su celular.
Existe al analizar estos datos varias áreas de oportunidad como la de digitalizar el mercado, una tendencia que se aceleró con la actual pandemia y también la de diversificar el alcance de la población en general a nuevos servicios bancarios que vayan más allá de una cuenta de banco.
El papel de las Sofome en la inclusión financiera
Las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple, o SOFOMES, como comúnmente se conoce a la figura, es una figura financiera dedicada a otorgar crédito que surgió en 2006 para lograr que México fuera un país con mayor inclusión financiera.
A septiembre de 2020, Hoy existen 1,500 SOFOMES (30 veces más que los 50 bancos registrados) que ya representan el 17% de la colocación de crédito al sector privado nacional. Es decir que 1 de cada 7 pesos que se prestan las empresas en México, se originan en una SOFOM. Por su naturaleza empresaria, las Sofomes
tienen la experiencia y el interés de apoyar a los pequeños y medianos emprendedores del país.
Algunas de las ventajas que ofrecen las Sofomes para cerrar la brecha de inclusión financiera son:
Las Sofomes conocen a sus acreditados y suelen tener modelos mucho más cercanos y en busca de soluciones que los bancos tradicionales. Sus procesos se orientan en cómo dar el Sí al cliente, cómo lograr que obtenga este crédito.
Su fondeo para hacer préstamos debe venir de la banca de desarrollo, de la banca comercial, de fondos de capitales de riesgo o de capital propio de los socios. Como ese dinero ya está etiquetado para ser prestado, los criterios de análisis de riesgo son distintos: son mucho menos restrictivos que los de los bancos. En un promedio grueso, solo 20% de las solicitudes de crédito que recibe un banco son autorizadas; en las Sofomes, en cambio, el 70% de las solicitudes son aprobadas.
Sus procesos son más rápidos y sencillos, algo a lo que la creciente digitalización contribuye notablemente.
En vez de que los clientes se tengan que desplazar hacia la sucursal, muchas veces las Sofomes se desplazan hacia donde están los clientes para ofrecerles sus productos de crédito.
A pesar de la pandemia y la crisis financiera que ha afectado a personas y empresas, y aunque han tenido que hacer modificaciones en sus esquemas, las Sofomes siguen enfocadas en conseguir nuevos clientes y permitirles el acceso al crédito.
Tareas pendientes para la inclusión
La tecnología financiera digital, y en particular el aumento del uso de teléfonos móviles a nivel nacional, han facilitado la ampliación del acceso de las pequeñas empresas y poblaciones difíciles de alcanzar a servicios financieros a un costo más bajo y con menos riesgo. Con la pandemia esta digitalización se ha vuelto aún más patente y los usuarios exigen nuevos modelos de servicios, incluyendo la banca.
Las Sofomes tienen la flexibilidad para poder innovar en materia de esquemas digitales de acceso al crédito y el mismo uso de la telefonía móvil permiten que haya un acceso conveniente aún en las zonas remotas. Se debe garantizar que el acceso y los servicios financieros lleguen a las poblaciones difíciles de alcanzar, como las mujeres y los pobres de las zonas rurales; aumentar la capacidad y los conocimientos financieros de los ciudadanos para que puedan entender los diferentes servicios y productos financieros; e idear productos financieros útiles y pertinentes, que se adapten a las necesidades de los usuarios. Las Sofomes se encuentran en una posición privilegiada para poder dar respuesta a esta tareas pendientes.
Sin una democratización del acceso a servicios financieros y una reducción de la brecha del uso de estos productos México seguirá creciendo disparejo, teniendo áreas enteras de pobreza que difícilmente podrán salir de su rezago y en especial enfrentar la crisis que se presenta en este momento. De ahí la importancia de las Sofomes y su papel en trabajar en un acceso cómodo, seguro y parejo al usuario mexicano a productos financieros que permitan a las familias y las empresas seguir creciendo.
Fuentes
Inclusión financiera, https://www.bancomundial.org/es/topic/financialinclusion/overview
Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018. Presentación de resultados
https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enif/2018/doc/enif_2018_resultados.pdf
SOFOMES: LA CLAVE PARA LA INCLUSIÓN FINANCIERA Y RECUPERACIÓN ECONÓMICA EN MÉXICO. Análisis del Dr. Enrique Presburger https://asofom.mx/2020/09/17/sofomes-la-clave-para-la-inclusion-financiera-y-recuperacion-economica-en-mexico/
CERCANÍA, FLEXIBILIDAD E INNOVACIÓN: LAS SOFOMES EN MÉXICO Entrevista con Fernando Padilla Ezeta, presidente nacional de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (ASOFOM) por Guillermo Máynez Gil. http://www.revistacomercioexterior.com/articulo.php?id=1072&t=cercania-flexibilidad-e-innovacion-las-sofomes-en-mexico